Maoísmo, también conocido como Pensamiento de Mao Zedong, es una ideología política que surgió de las enseñanzas del líder político chino Mao Zedong. Desarrollado desde la década de 1950 hasta la muerte de Mao en 1976, se aplicó ampliamente como la ideología política y militar guía del Partido Comunista de China (PCCh) y como teoría que guía los movimientos revolucionarios en todo el mundo.
Los principios fundamentales del maoísmo incluyen la revolución continua, la línea de masas, la guerra popular, la nueva democracia y la revolución cultural. La revolución continua bajo la dictadura del proletariado aborda el peligro percibido de que una sociedad vuelva al capitalismo. La línea de masas es un método de liderazgo que busca derivar políticas correctas interpretando las necesidades e ideas de las masas. La guerra popular implica movilizar a la población circundante contra un enemigo, y la nueva democracia se refiere a la idea de Mao de una coalición multi-clase, antiimperialista y antifeudal. La revolución cultural es un esfuerzo proactivo para purgar los vestigios de la antigua cultura y promover la cultura proletaria.
El maoísmo se desarrolló por primera vez para abordar las condiciones socio-políticas específicas de China, una sociedad en gran parte agraria con una gran cantidad de campesinos y un pequeño proletariado. Mao argumentó que en una sociedad así, el campesinado podría ser la fuerza principal para la revolución, a diferencia de la visión marxista ortodoxa de que la clase obrera industrial era la vanguardia revolucionaria. Esto llevó al desarrollo del concepto de "guerra popular", que implicaba movilizar al campesinado y al campo para rodear y eventualmente tomar las ciudades.
La influencia del maoísmo se extendió más allá de China, inspirando movimientos revolucionarios en países como Nepal, Perú y Filipinas. También tuvo un impacto significativo en el pensamiento izquierdista occidental, especialmente entre los movimientos estudiantiles de los años 60 y 70. Sin embargo, la ideología también ha sido criticada por su asociación con las prácticas autoritarias y los abusos a los derechos humanos durante el gobierno de Mao, incluyendo el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural, que resultaron en millones de muertes.
Después de la muerte de Mao, sus sucesores se alejaron de su ideología, iniciando reformas económicas que llevaron a una economía más orientada al mercado, aunque el PCCh todavía considera oficialmente al maoísmo como una fuente fundamental de su ideología. Hoy en día, el maoísmo es una corriente ideológica significativa en muchos partidos comunistas alrededor del mundo, pero su influencia varía ampliamente de un país a otro.
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